27/1/16

Nuevos trastornos alimentarios que (quizá) no conocías [27-1-16]


Nuevos trastornos alimentarios que (quizá) no conocías

A la anorexia y bulimia se le suman ahora nuevos trastornos de la conducta alimentaria, que pasan por beber agua como si no hubiera un mañana, hacer ejercicio excesivo o evitar consumir todo aquello que tenga pesticidas, herbicidas o sustancias artificiales. Son los nuevos trastornos de una sociedad enferma por el culto al cuerpo y lo 'natural'.

POTOMANÍA

¿Qué es? También se denomina polidipsia psicogénica y es un trastorno alimentario no especificado (TANE) que se define como el "deseo de beber grandes cantidades de líquido -normalmente agua, zumos y refrescos-, de manera compulsiva y sin que exista una sensación previa de sed". La cuestión es que quien lo sufre "puede llegar a beber entre 10 y 15 litros de agua diarios porque sufre tal ansiedad que la única manera de calmarla es consumiendo un exceso de líquido", según el dr. Luis Iruela, jefe de servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Puerta de Hierro de Majadahonda.

El problema: una persona debe beber entre dos y tres litros de líquido al día para mantener una buena hidratación, según el Observatorio de Hidratación y Salud. Ahora bien, beber más de eso deja de ser beneficioso para el organismo y resulta nocivo para la salud porque puede alterar el correcto funcionamiento de los riñones y la composición de la sangre -que debe contener solo un 8% de agua-, y pone en peligro el equilibrio de electrolitos -sodio, potasio y cloro, sobre todo- dentro del organismo. Si no se trata a tiempo puede provocar somnolencia, convulsiones, lentitud al hablar e incluso la muerte. "Una complicación potencialmente mortal es la mielinolisis central pontina por edema cerebral", apunta el experto, que es cuando se produce un daño neurológico que impide el buen funcionamiento de las neuronas y puede causar la muerte.

Tratamiento: pasa por restringir la ingesta de líquido a no más de litro y medio o dos diarios -este es el único tratamiento realmente eficaz, según el dr. Iruela-, psicoterapia y, en algunos casos, medicación psicotrópica. "Esta medicación actúa sobre el sistema nervioso central, modifica la percepción, el ánimo y el comportamiento".

VIGOREXIA

¿Qué es? También conocida como dismorfia muscular, anorexia inversa o complejo de Adonis es un trastorno mental en el que la persona se obsesiona por su estado físico. Estas personas tienen una visión distorsionada de ellos mismos y tienden a verse débiles y enclenques. Y, por eso, deciden machacarse en el gimnasio o realizar actividad física de una forma extrema. Suele afectar a jóvenes entre los 18 y los 35 años, y "aunque es más frecuente en los varones en los últimos años se está produciendo una aumento de casos entre las mujeres", según el dr. Luis Franco Bonafonte, responsable de la Unidad de Medicina del Deporte del Hospital Universitario Sant Joan de Reus y miembro de la Federación Española de Medicina del Deporte.

El problema: aparte de la oxidación celular y los problemas en huesos, músculos y articulaciones que supone el ejercicio extremo, esta adicción "suele ir acompañada de dietas desequilibradas, una ingesta exagerada de proteínas, carbohidratos y aminoácidos, y del consumo de hormonas y anabolizantes, con el fin de aumentar la masa muscular", según el dr. Franco. Las consecuencias pueden ser nefastas: alteración del ciclo menstrual, problemas cardíacos, lesiones hepáticas o renales, atrofia testicular, reducción del volumen de espermatozoides, disfunción eréctil y cáncer de próstata.

Tratamiento: el primer paso es reducir el número de horas que se dedican a la práctica de ejercicio y elegir una actividad que no excluya socialmente, de manera que se pueda volver a conectar con el entorno social y familiar. Y, además, está indicada la psicoterapia (terapia cognitivo-conductual), farmacológica -antidepresivos normalmente- y nutricional.

PREGOREXIA

¿Qué es? Básicamente sufrir anorexia durante al embarazo. Es cuando una mujer embarazada se obsesiona con su aumento de peso, se ve demasiado gorda y trata de evitarlo. No hay que olvidar que durante el embarazo se suelen engordar entre 9 y 16 Kg, según el peso inicial. ¿Qué hace? No comer lo suficiente, ponerse a dieta -más bien reducir el consumo de alimentos o provocarse vómitos-, hacer ejercicio excesivo y rechazar el embarazo. Suele darse con mayor frecuencia en mujeres que ya sufrían algún trastorno en la conducta alimentaria.

El problema: las consecuencias pueden ser muy graves tanto para la madre como para el bebé. Para la madre: anemia, falta de calcio en los huesos, baja producción de leche materna, alteraciones hormonales, pérdida excesiva de pelo, piel seca y deshidratada, enumera la dra. Inés Bombí, especialista en Ginecología y Obstetricia y médico consultor de Advance Medical. Y para el bebé: desnutrición, defectos en la formación de su sistema nervioso, malformaciones, disminución del líquido amniótico, parálisis cerebral, problemas cardiovasculares y digestivos, defectos en el desarrollo de los huesos y muerte fetal intrauterina, según la experta.

El tratamiento: lo primero es diseñar una dieta sana y equilibrada que incluya un buen suplemento de vitaminas y hierro, específico para embarazadas. Y, además, el ginecólogo derivará a un psicólogo y un psiquiatra para poder superar los problemas emocionales y psicológicos, tanto durante el embarazo como en el posparto, añade la experta.

ORTOREXIA

¿Qué es? Un ortoréxico es un adicto a la comida saludable. Y es que se trata de un trastorno de la conducta alimentaria que consiste en la obsesión por la comida sana. Lo que supone seguir una dieta que excluye la carne, las grasas, los alimentos cultivados con pesticidas o herbicidas, y toda sustancia artificial que pueda "dañar el organismo". Afecta, sobre todo, a mujeres y jóvenes, y a muchos pacientes que han sufrido con anterioridad anorexia, ya que al recuperarse optan por introducir en su dieta solo alimentos de origen natural, probiótico, ecológico, sin grasa y sin sustancias artificiales. "Paradójicamente, este comportamiento en vez de evitar la enfermedad, llega a provocarla”, según la doctora.

El problema:  "Esto se traduce en anemia, carencias vitamínicas o de oligolementos -también de minerales- o falta de energía”, explica la dra. Isabel Zamarrón, del departamento de Nutrición del Hospital Ramón y Cajal de Madrid. Y también desnutrición, osteoporosis y mayor incidencia de infecciones por una disminución del sistema inmunitario.

Tratamiento: pasa por recuperar una dieta equilibrada y variada que incluya proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas y minerales, instaurar unos hábitos dietéticos correctos, y hacer terapia farmacológica y psicológica para modificar la conducta, favorecer la autoestima y corregir la visión distorsionada sobre los perjuicios de ciertos alimentos.
 

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