13/4/14

Aumentan los casos de anorexia y bulimia porque se detectan mejor *


Aumentan los casos de anorexia y bulimia porque se detectan mejor

El Equipo de Salud Mental del Distrito de Poniente ha atendido a 98 pacientes desde el año 2004 La sociedad está más atenta en la actualidad a este tipo de patologías

Mujer, joven, inteligente, con éxito en los estudios, perfeccionista... Este es el perfil de las víctimas de un sociedad que impone la extrema delgadez como canon de belleza. El porcentaje no es muy elevado, tan sólo el 0,5% de la población padece anorexia o bulimia. No obstante, el número de casos está en aumento, aunque ello se debe a que «ahora la población está más atenta que antes a este tipo de patologías», según explica el director del Área Integrada de Gestión de Salud Mental del Hospital de Poniente, Francisco Vázquez Gutiérrez.

En cualquier caso, los efectos son devastadores en una familia que debe afrontar esta enfermedad. Así lo cree, al menos, Vázquez, quien asegura que «a nivel numérico podría considerarse que la cifra no es muy alta, pero para una chica que está comenzando con su proceso vital es muy costoso, así como para su familia y para el personal sanitario». De hecho, en ocasiones, miembros de la familia necesitan también atención médica debido al estrés que sufre todo el grupo familiar con un caso de desorden alimentario.

En total, en el Hospital de Poniente se han atendido a ocho pacientes con anorexia y bulimia desde 2004 a 2008. Esta cifra, que puede parecer ínfima, debe entenderse en el contexto de que el centro hospitalario tan sólo atiende a los casos más graves. «Un gran número de estos pacientes no nos llegan a nosotros», explica Vázquez, ya que «lo es cierto es que las familias tratan de buscar centros especializados».

De estos ocho pacientes con trastornos alimentarios, siete pasaron a la unidad de agudos y al hospital de día, seis. Por supuesto, algunos son la misma persona, que en diferentes momentos tuvo que pasar por estas diferentes áreas de atención. Además, estos ocho enfermos ingresaron en 31 ocasiones en el Hospital de Poniente.

También en el Distrito Sanitario de Poniente se atienden casos de desórdenes alimentarios. En concreto, el Equipo de Salud Mental de El Ejido es el encargado de prestar atención a este tipo de patologías. De hecho, en el periodo comprendido entre los años 2004 y 2008, han pasado por la consulta de Salud Mental del Distrito 98 pacientes con trastornos de conducta alimentaria, de los cuales tan sólo 7 fueron varones. Estos equipos están formados por profesionales de diferentes áreas y atienden a la población antes de que pasen a un centro hospitalario, ya que su función se centra en la atención primaria.

Por otro lado, a pesar de que la anorexia se desarrolla en la adolescencia, los casos que llegan al Hospital de Poniente suelen ser de mujeres que rondan los 25 años, ya que hasta los 18 años los menores con desórdenes alimentarios son atendidos en la unidad infantil-juvenil del Hospital Provincial de la capital.

En cuanto a los primeros síntomas que alertan de este tipo de patologías, suelen ser la irritabilidad, una bajada en el rendimiento escolar o contestar de manera explosiva cuando se les recrimina un comportamiento. Después, empieza uno de los mayores problemas de esta enfermedad: la dismoforfobia, que es cuando empiezan a verse gordas. Esta imagen de sí mismas suele ir acompañada de la toma de laxantes y de la determinación de no tomar ningún alimento. Todo ello, les lleva a experimentar alteraciones corporales como la pérdida de la regla. Además, en casos muy graves, se ha comprobado que llegan a un deterioro neurológico, «entrando en un punto de no retorno, en el que ya no hay mejoría posible», informa el director del área.

Autoestima

Si bien, el verdadero problema de la anorexia o de la bulimia «es de autoestima, ya que realmente lo que sucede es que nos les gusta su cuerpo», comenta Vázquez.Y ello, a pesar de que «estas chicas suelen ser muy inteligentes, con éxito en los estudios, muy voluntariosos y que suelen ser jóvenes modelos», explica el director de Salud Mental, quien añade que «es esta tendencia a la perfección, por cumplir unas perspectivas que la sociedad les impone, los que les lleva a la enfermedad».

Además, las jóvenes que padecen anorexia o bulimia «suelen ser unas chicas muy competentes que hacen un teatro estupendo delante de los padres y familiares». Es por ello que, según Vázquez, es fundamental la labor de profesores y amigos que permitan identificar que la joven desarrolla conductas propias de la enfermedad.

En cuanto al tratamiento que se suele seguir con estas patologías, se inicia con una pauta de alimentación, con la que se pretende mejorar el nivel nutricional. Después, se trabaja la concienciación de la enfermedad. En este sentido, Vázquez señala que «tratamos de que identifiquen la enfermedad como a un enemigo, de que entren en razón y comprendan que están enfermas».

No hay comentarios:

Publicar un comentario