7/7/15

Existe el componente genético de la anorexia y la bulimia 07-07-15


Existe el componente genético de la anorexia y la bulimia

Así lo ha determinado un estudio hecho a dos familias afectadas por trastornos de alimentación

Se calcula que la anorexia nerviosa afecta a un porcentaje entre el 0,5 y el 3% de la población mundial de adolescentes, siendo la tercera enfermedad crónica más común entre el grupo de edad que abarca desde los 12 a los 15 años, con especial incidencia entre los 14 y los 18. Más datos: 1 de cada 100 niñas o adolescentes padece de anorexia, mientras que cerca del 3% desarrolla bulimia. Por sexos, el 5% del total que sufren anorexia son hombres y 95% mujeres. Y en el extremo más letal, la tasa de mortandad a causa de esta enfermedad ronda entre el 3 y el 5%.

Hasta la fecha se habían analizado las causas del origen de la anorexia y la bulimia y se habían atribuido a aspectos puramente psicológicos y de presión social. Entre ellos, la falta de autoestima, los cánones de belleza impuestos por la sociedad y el excesivo culto al cuerpo. Sin embargo, recientemente se ha publicado un estudio en el 'Journal of Clinical Investigation' que ha identificado genes específicos en trastornos alimenticios de este tipo, lo que podría abrir una nueva vía para comprender y tratarlos.

Un grupo de investigadores de las universidades de Texas y Iowa, en Estados Unidos, han sido los encargados de descifrar este componente genético. Michael Lutter, profesor adjunto de Psiquiatría y autor principal de este estudio ha afirmado que "lo que realmente selló el hallazgo de que la asociación era real fue que las mutaciones tienen el mismo efecto". La investigación refleja que las mutaciones que disminuyen la actividad de un factor de transcripción, una proteína que activa la expresión de otros genes, llamada estrógeno relacionado con el receptor alfa (ESRRA), aumenta el riesgo de trastornos de la alimentación.

Para extraer estas conclusiones se procedió un experimente en el que se analizaron a 20 miembros de tres generaciones de una misma familia (diez personas afectadas y diez no afectadas) y ocho de una segunda familia (seis afectados y dos no afectados). El gen descubierto en la familia más grande responde al nombre de ESRRA. Su función consiste en activar la expresión de otros genes. En consencuencia, la mutación asociada con trastornos de la alimentación disminuye la actividad de ese gen.

En el otro caso, el gen hallado en la segunda familia representa a un represor transcripcional y responde al nombre de histona deacetilasa 4 (HDAC4), que es el encargado de desactivar los factores de transcripción, incluyendo el propio ESRRA. Esta mutación, precisa el estudio, es inusual en el sentido de que aumenta la actividad del gen, en tanto que la mayoría de las mutaciones disminuyen o incluso llegan a destruir la actividad de un gen.

Los investigadores estadounidenses concluyen que estos dos genes están implicados en las vías metabólicas en el músculo y el tejido graso, además estar regulados por el ejercicio. En este sentido, planean estudiar el papel de estos genes en ratones y en cultivos de neuronas para conocer exactamente qué están haciendo en el cerebro. Como objetivo final, además, se fijan buscar maneras de modificar la actividad de los genes. De eta forma, podrían hallar pequeñas moléculas que se pueden incluir en las terapias para los trastornos alimenticios como la anorexia y la bulimia, de modo que se puedan prevenir y curar con un porcentaje mayor de éxito.
 

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