21/1/17

Fulminan su salud con tal de conquistar la talla cero [21-1-17]


Fulminan su salud con tal de conquistar la talla cero.
 
“El peso más crítico creo que fue de 34 kilos -¿y cuánto mides?- como 1.62. Perdí mi menstruación desde cuando empecé a dejar de comer, ya tenía 8 meses sin tener menstruación, una desnutrición muy grande, como un estado casi de inanición, pérdida de cabello, resequedad en la piel”, comentó una paciente de anorexia.

El culto al cuerpo "perfecto" se ha convertido en uno de los principales intereses de la sociedad mexicana. Esta cultura es el caldo de cultivo en el que la anorexia y la bulimia brota y se expande.

“Empiezan a pensar que valen por su apariencia, entonces eso los lleva a tratar de cumplir con el estándar, para de alguna manera satisfacer a los demás y no así mismos”, dijo Adriana Maldonado, nutrióloga.

Los medios de comunicación y la publicidad son los principales aliados de estos padecimientos, al presentar personajes que se convierten en estereotipos a seguir para las jóvenes.

“De alguna forma el hecho de que la pantalla todos sabemos engorda algunos kilitos, ocasiona que en el momento en el que tú estás haciendo el casting busques todo en el caso de las mujeres, el prototipo de una mujer con una figura que ya no sólo sea esbelta, sino que se vea verdaderamente delgada en términos de peso y talla, sí es cierto, se ha inclinado tal vez de manera exagerada”, opinó Homero Velázquez, publicista.

Y la influencia de la familia o los amigos tampoco se queda atrás.

“A partir de que regresé de un viaje de Europa, con 6 kilos de más, tuve la presión de mi mamá para adelgazar, para que me parara a hacer ejercicio, que me pusiera a dieta, que no comiera postres, que no comiera azúcar o grasas, todo era asadito, verduritas”, recordó una paciente de bulimia.

Cifras de la fundación Ellen West revelan que una de cada 25 mujeres sufre bulimia y/o anorexia, 30% son universitarias y las adolescentes entre los 13 y 16 años de edad corren el mismo riesgo, ya que 80 por ciento se encuentra a dieta o se ha sometido a una. además de que utiliza cualquier otro método con tal de lograr su objetivo.

“Probé de todo, me llegaron a dar anfetaminas, pastillas que parecían vitaminas pero que en realidad no sé qué eran, gotas, sí tomé laxantes”, manifestó paciente comedora compulsiva.

Aislamiento, depresión y sensación de soledad son algunos de los síntomas psicológicos que acompañan a estas jóvenes.. 10 por ciento muere aun después del tratamiento. Lo más grave es que la anorexia y la bulimia tiene en la mira a la población infantil.

“Ya niñas de 6 a 10 años de edad empiezan a manifestar cierto rechazo a su cuerpo y desde esa edad se empiezan a poner a dieta”, informó Maldonado.

Las principales señales de alarma para detectar estos trastornos de la alimentación es que dejan de comer sus alimentos preferidos, se alimentan a escondidas y se rehúsan a hacerlo en familia, van al baño inmediatamente después de los pocos bocadillos que ingieren y tienden a aislarse socialmente.

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