19/4/17

La anorexia y bulimia desencadenan otras patologías [19-4-17]


La anorexia y bulimia desencadenan otras patologías 

Descubrir a tiempo cualquiera de las dos enfermedades es determinante para su tratamiento, además de un equipo de especialistas conformado por un psicólogo, endocrinólogo y nutricionista

Aunque no se conocen estadísticas precisas que demuestren la incidencia de casos de bulimia o anorexia en el Táchira, la especialista en Nutrición y Dietética Nancy Gómez, agregada al departamento de nutrición del Hospital Central de San Cristóbal, explicó que en la consulta pública se registra un número menor de pacientes que son diagnosticados con las referidas enfermedades.

De acuerdo a la experta, tanto el exceso de alimentos (bulimia) como el déficit en la ingesta de los mismos (anorexia) son patologías de tipo psicológico, que desencadenan múltiples consecuencias en el sistema endocrino y metabólico, hasta hacerse crónico y ocasionar la muerte.

“Cuando existe déficit o excesos en el consumo de alimentos, la mayoría de las hormonas que funcionan con el metabolismo de los alimentos, en sus diferentes grupos, empiezan a traer como consecuencia problemas de obesidad, diabetes, padecimientos gastrointestinales, hipertiroidismo, hipoglicemia, tiroides, entre otras, que a la larga desencadenan enfermedades crónicas”, dijo.

Cuando llega una persona a una etapa crónica de la anorexia o bulimia ya no hay regreso, “se genera un conjunto de enfermedades que se vuelven continuas; por ejemplo, cuando una diabetes está instalada, el paciente comienza a sufrir sus consecuencias. Si no hay cuidado y un tratamiento adecuado vienen las complicaciones como una retinopatía diabética, nefropatía, problemas cardiovasculares e inclusive se puede llegar a la muerte”. 

Alertas

Cuando una persona no siente apetito, cada día se presenta más desganado con respecto a su alimentación, se provoca el vómito o se laxan constantemente, son síntomas de alerta que deben atenderse de inmediato.

Precisó la especialista en nutrición que los adolescentes son los más propensos a sufrir de anorexia y bulimia, por lo que los padres deben estar atentos al presenciar uno de estos síntomas en sus hijos y tomar acciones inmediatas que los lleven a manos de un equipo médico especializado que ataque a tiempo la enfermedad.

Cuando se tiene anorexia, la persona que la padece empieza a dejar de sentir hambre, lo que produce que se vaya reduciendo la cavidad estomacal a la mínima expresión, y se afecta notablemente la parte gastrointestinal.

Esto sucede porque la parte central del control del organismo se encuentra en el cerebro, entonces, si psicológicamente hay un daño, la persona no siente hambre y puede pasar varios días en ayuno, hasta una semana, destacó.

Una vida poco productiva

Según la experta, uno de los daños más significativos que produce la anorexia es la pérdida de neuronas, las cuales no se recuperan. “Quien curse con anorexia va a tener muchas dificultades para desempeñar actividades de tipo administrativo, estudios o actividades que requieran concentración, ya que la base principal para el funcionamiento de nuestro organismo son los alimentos, son ellos los que nos proporcionan las energías para el desarrollo físico e intelectual”.

Por otro lado, aseguró Gómez que cuando se padece de bulimia se come en exceso alimentos no balanceados, se consumen sobre todo carbohidratos, azúcares y grasas, lo que aumenta el aporte de calorías al cuerpo, desarrollando de esta manera enfermedades de tipo endocrinológicas (sodio-potasio), ocurre un desequilibrio electrolítico; igualmente hay desbalance hormonal, lo que conlleva además a la obesidad, que trae por sí otras patologías.

Alimentación balanceada

La experta en el tema nutricional señaló que mantener una alimentación balanceada es determinante en el control de la bulimia o la anorexia. La ingesta diaria debe estar compuesta por al menos un alimento de cada grupo nutricional, de manera que la alimentación sea la apropiada, incluso en proporción y cantidad. Además adecuada al peso, talla, edad y actividad física.

La poca o nula ingesta de alimentos ocasiona carencias nutricionales importantes, falta de vitaminas y minerales, lo que trae consecuencias negativas al organismo, como caída del cabello, depletación muscular o gastrointestinal.

Cuando la persona tiene sumada a la patología de base otra afección como diabetes, obesidad mórbida, problemas gastrointestinales, hipertensión o un síndrome metabólico, la alimentación o dieta se adecuará a las enfermedades que curse.
 

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