6/9/15

Bulimia y anorexia: Crece el número de casos [6-9-15]


Bulimia y anorexia: Crece el número de casos

Están ligados a las nuevas pautas culturales. Una de cada diez mujeres padece algún trastorno alimentario.

En la actualidad muchos jóvenes luchan por el físico ideal, para ello emulan a los estereotipos brindados desde la televisión, las revistas, siguen dietas estrictas y en muchas ocasiones copian pautas alimentarias que en su propia casa son erróneas. En Argentina, de cada 10 mujeres, una padece trastornos alimentarios: bulimia, anorexia, cuando no ambas.

Estos trastornos alimentarios son las alteraciones más comunes de la conducta en el acto de comer. Aunque se refiere al acto de comer no tiene relación directa con la comida.

La problemática sigue predominando en la adolescencia, aunque también se registran en la edad adulta y durante la infancia, cabe destacar que la tendencia apunta a aparecer cada vez más temprano y que sigue habiendo un predominio de mujeres en estos casos.

Las pautas culturales de los últimos años han determinado que la delgadez sea un sinónimo de éxito social. Son muchos los jóvenes que luchan por lograr "el físico ideal", todo esto motivado por la imagen que devuelven las modelos, artistas o la publicidad comercial.

Muchos de ellos creen sinceramente que "el mundo es de los flacos".

Otros, cuyo peso natural excede el standard de delgadez que la sociedad impone, se deprimen, se auto -critican y se sienten perdedores y desvalorizados.

"Ser flaco es sinónimo de éxito" o "si soy flaco todo será más fácil", es lo que la mayoría cree firmemente y esto hace que todos los esfuerzos se centren en una "dieta mágica".

En coincidencia con este análisis, la doctora Elena Barrera, nutricionista del Hospital Regional, comentó que es consecuencia de “una corriente o moda que propone mujeres delgadas” y se ve constantemente en los medios, en la publicidad y que no es casual que se dé durante la adolescencia “ya que es una etapa de muchos cambios en donde las personas están muy sensibles”.

El trastorno de la conducta alimentaria no es un problema solamente nutricional sino que es una consecuencia de esto. “Así como cada uno exterioriza sus inseguridades, sus miedos, sus cambios de otra manera como puede ser una úlcera, hay personas que los hacen a través de la alimentación”, agregó.

Cualquiera sea la restricción alimentaria que se adopte, se ha dado el primer paso hacia el abismo. A la Anorexia Nerviosa y a la Bulimia se llega siempre por el camino de la dieta. La presión social es muy grande, tanto que no hay reunión en la que no se toque el tema del "peso", de los "kilitos de más" o de "la dieta de moda".

Toda la población en general está preocupada por la figura. El culto al cuerpo es el caldo de cultivo donde la enfermedad brota y se expande. Los datos alarman: uno de cada veinticinco jóvenes argentinos sufre de Bulimia o Anorexia.

“Es importante que tomemos conciencia de lo que estos porcentajes reflejan, y que intentemos detectar qué pasa a nuestro alrededor, en nuestra familia y en la escuela, qué pasa con nuestros hijos y con los amigos de nuestros hijos”, sostienen los especialistas.

Para ellos hay que estar atentos a lo que sucede en especial con los niños, adolescentes y jóvenes. En este sentido, hay que tener en cuenta que el tratamiento no es específicamente del profesional nutricionista sino que trabaja en equipo con psicólogos o psiquiatras que cumplen un rol central. El paciente suele no tener conciencia de la enfermedad, no estar interesado en curarse, no sincerar sus síntomas, no cumplir con las prescripciones médicas. Es fundamental estar atento a lo que sucede a nuestro alrededor.

NORMATIVA SOBRE LA PATOLOGÍA

El 12 de Agosto del año pasado el Senado de la Nación aprobó la ley 26.396 denominada "Ley de Trastornos Alimentarios", difundida como "Ley de Obesidad", estableciendo en el artículo 2: " Entiéndase como trastornos alimentarios a la obesidad, a la bulimia y a la anorexia nerviosa, y a las demás enfermedades que la reglamentación determine, relacionadas con inadecuadas formas de ingesta alimenticia". En su artículo 15 establece que la cobertura del tratamiento integral de los trastornos alimentarios queda incorporada en el Programa Médico Obligatorio. En este sentido, Rearte resaltó la importancia de la sanción de esta ley y comentó que previo a la sanción de la ley, "el 80 % de las obras sociales reconocían la bulimia y la anorexia como casos excepcionales".

SIGNOS DE ALERTA

Los padres de adolescentes deberían estar atentos a los comportamientos de los hijos para detectar a tiempo la bulimia o la anorexia. Los profesionales señalan que “hay que sospechar cuando cambian bruscamente su alimentación".

Otros indicios pueden ser los momentos en que los adolescentes suprimen alimentos por "engordantes" o se hacen vegetarianos; si dicen que ya comieron en la escuela o con los amigos y se niegan a alimentarse en el hogar frecuentemente.

El uso del baño después de las comidas, el consumo de laxantes y diuréticos, el estar atentos a la balanza, pueden ser otros comportamientos.

Generalmente, los adolescentes con estos trastornos están pálidos, no quieren salir, bajan de peso abruptamente y hasta llegan a robar dinero para ir a comprarse laxantes.

En las chicas, la falta de menstruación por tres meses puede ser un síntoma. Los varones suelen hacer ejercicio físico compulsivamente.

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