24/8/15

Una historia real; los hombres también padecen anorexia [24-8-15]

[18-8-15]
Una historia real; los hombres también padecen anorexia

Cinco horas de ejercicio diarias eran parte del ritual

El espejo no miente, pero su mente sí. A pesar de que casi no comía y realizaba cinco horas diarias de ejercicio para adelgazar, continuaba percibiendo el reflejo de su cuerpo como regordete y con cara gorda.

Poco a poco eliminó los alimentos de su vida, se conformaba con tomar agua y vomitar si se atravesaba por su camino algo de comida que trataba de eliminar con severas rutinas de abdominales, confiesa Arturo, quien desde hace cinco años lucha contra la anorexia.

Ahora, recuperado, se niega a dar su nombre completo, prefiere que no lo identifiquen aunque sabe que en los corredores todos sabían del trastorno alimenticio que empezó a sufrir desde la adolescencia y que por poco le ocasiona un infarto.

Su mayor frustración: ser cachetón. Aunque de niño era gordito, su cara redonda es lo que le molestaba porque lo hace ver más grueso de lo que realmente es, confiesa.

Esa situación y las exageradas rutinas, dietas y métodos para quemar grasa que su madre acostumbra utilizar para mantenerse delgada, así como la exigencia de su trabajo de sobrecargo de aviación, arrastraron a Arturo a un calvario por lograr un cuerpo musculoso y delgado, que casi le quita la vida.

Sin darse cuenta, Arturo empezó a exagerar con las rutinas de ejercicios que iban en aumento, cada que se atrevía a comer algo que consideraba tenía muchas calorías, hasta que dejó de comer.

Ahora tiene 21 años y estudia la universidad, pero desde que concluyó la secundaria empezó a mirarse al espejo cada vez más gordo. Aunque la gente le decía lo contrario Arturo llegó a evitar ver cualquier reflejo de su cuerpo y su cara, aumentando su obsesión por quemar grasa y hacer ejercicio.

Con un régimen para perder peso el entrevistado incursionó en el terreno de los anoréxicos, trastorno alimenticio en el que sólo identificaban a las mujeres y que ahora empieza a cobrar fuerza entre los hombres, por el bombardeo de mensajes con modelos y actores de cuerpos atléticos.

Durante los cinco años en que las calorías, el ejercicio y ser el mejor de la clase eran su pasatiempo favorito, sin darse cuenta la piel se empezó a pegar a sus huesos. Su cara demacrada, ojerosa y el cansancio empezaron a ser presa de él, convirtiéndolo en un "zombi" sin darse cuenta.

Una...dos...cuenta

Su mirada seguía percibiendo al jovencito regordete y cachetón a pesar de que sus pantalones eran de tres tallas menos, los huesos de sus costillas y caderas eran cada vez más prominentes, pero él, aseguraba estar panzón.

Recuerda que lo que inició como una dieta se convirtió en el camino para dejar de comer y aborrecer cada vez más su cuerpo a pesar de los días que pasaba casi sin probar alimentos, lo que le provocaba sentimientos de culpa por no lograr bajar de peso mas no por el daño que estaba causando a su cuerpo.

El perfeccionismo es una característica de la anorexia y fue lo que provocó en Arturo el "matarse" de hambre para lograr el cuerpo perfecto, así como aislarse de la gente y dedicarse a obtener las mejores calificaciones.

A pesar del deterioro físico, los signos de un infarto provocados por realizar 500 abdominales para aligerar su culpa por haber probado una salchicha hace un año pusieron en alerta a Arturo y su familia de que tenía anorexia, y si unos meses más hubiera seguido sin atención habría muerto.

Tras esa experiencia supo que tenía anorexia nerviosa, que le ocasionaba severos titiriteos de frío, cansancio, ritmo cardiaco lento, irritabilidad, falta de concentración y de sueño, así como aislamiento.

Desde hace un año comenzó su nuevo reto personal, salir adelante y dejar atrás la anorexia de la que se sobrepone gracias al apoyo de su familia, de terapias psiquiátricas y de nutrición, así como su fuerza de voluntad.

Ahora lucha por ver reflejado en el espejo al verdadero Arturo, que sus cachetes no lo hacen un gordo, que la comida no será su peor enemigo, ni el ejercicio un arma mortal.

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